ARTE ASIRIO.

    Como anticipamos en la anterior entrada, la etapa babilónica se ve interrumpida por la dominación asiria, acontecida entre 1500 y 612 a.C. y sus manifestaciones artísticas más significativas se situaran en las ciudades de: Dur Sharukin, Nínive, Erbil, o Nimrub, y mostraran como denominador común de esta nueva etapa un acusado sentido de la crueldad que se manifiesta en las creaciones, sobre todo en los grandes paneles narrativos de asedios o conquistas, como el friso mostrado en la imagen inferior que realizado en alabastro y yeso, narra la batalla de asurbanipal,



    En lo concerniente a la arquitectura, la obra más importante del arte asirio fue la ciudad de Korshabad o Dur Sharrukin, situada cerca de la actual aldea de Jorsabad a unos 15 Km de Mosul, al norte de Irak. Ordenada construir por el rey Sargón II, fue inaugurada en el 707 a.C. y abandonada en el 705 a.C. a favor de la nueva capital Ninive, y dividia su estructura en tres partes diferenciadas por niveles de altura, situando la propia ciudad, dedicada a albergar la vida de sus pobladores en la parte interior, sobre este plano se erguía la ciudadela o parte militar y en el plano superior se alzaba el palacio o residencia real, cuyas paredes se decoraban lujosamente con láminas de alabastro, ladrillos esmaltados, azulejos policromados, bronce oro y madera esculpida, y para delimitar el complejo, todo el conjunto era rodeado por murallas.

Palacio de  Korshabad.

    En la decoración de este palacio, encontraremos una de las tipologías escultóricas más identificativas del arte asirio, los toros y leones androcéfalos alados, o lamassu, que situados a ambos lados de las puertas del palacio, actuaban como guardianes. En su fisonomía de ser mitológico, se interpreta la agilidad de movimiento que le proporciona las alas, el cuerpo de toro era el símbolo de su fortaleza y la cabeza barbuda de su sabiduría.

Toros alados de Khorsabad.


    Los relieves serán la otra creación importante del arte asirio, que se realizaban en la búsqueda de la exaltación del poder real, y que encontraba en este tipo de creaciones un soporte ideal en el que reflejar hazañas bélicas del monarca,  buscando un ejercicio propagandístico sobre todo ante los embajadores que acudían en audiencia al palacio de Sargón.

                                                     Muro del palacio de Sargón. 


           BIBLIOGRAFÍA.

        Cotterell, A (2000) Historia de las civilizaciones antiguas. I. Egipto, Oriente Próximo. Editorial Crítica, Barcelona.

    De Palacio, Jean Pierre (1999) Historia Universal. Vol 2. Egipto y Oriente Medio. Salvat.

    E.H.Gombrich. (2013) La historia del arte. Phaidon Press Limited Editorial.

    Matesanz. J. (2023) Apuntes, historia del arte antiguo. Inédito. Universidad de Burgos. 

    Ramírez Juan Antonio (1996) Historia del arte. Vol. 1. El mundo antiguo. Editorial Alianza.

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